La Unión Europea está preocupada por lo que puede ser la inminente aplicación de aranceles de parte de Estados Unidos. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, dijo que el bloque está dispuesto a llevar a cabo “duras negociaciones” con Donald Trump para evitar una guerra comercial.
Trump advirtió el domingo de que los aranceles contra el bloque comunitario “definitivamente se producirían” y se introducirían “bastante pronto”, poniendo en estado de máxima alerta a funcionarios y diplomáticos en Bruselas.
“Estaremos listos para llevar a cabo duras negociaciones cuando se necesite y para encontrar soluciones cuando sea posible, para resolver cualquier agravio y sentar las bases de una asociación más fuerte. Tendremos una actitud abierta y pragmática en la forma de lograrlo”, declaró Von der Leyen en una reunión anual de embajadores de la UE celebrada en Bruselas.
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“Entretanto, dejaremos igualmente claro que siempre protegeremos nuestros propios intereses, como sea oportuno y cuando se necesite. Este será siempre el camino europeo”, añadió.
“La UE ha abusado de Estados Unidos durante años, y no puede hacerlo”, amenazó Trump del fin de semana en una declaración que puso en alerta a los mercados.
El bloque comunitario mantiene desde hace tiempo un superávit con respecto al comercio con Estados Unidos, cifrado en unos 155.800 millones de euros en 2023. Según Eurostat, los productos farmacéuticos y los vehículos fueron las exportaciones más valiosas. Sin embargo, en el sector servicios, los flujos son los contrarios: la UE tiene un déficit recurrente y considerable con Estados Unidos, por valor de 104.000 millones de euros en 2023.
Las críticas de Trump a los europeos se centraron en los bienes, sin tener en cuenta el comercio del sector servicios. “No se llevan nuestros coches, no se llevan nuestros productos agrícolas, no se llevan casi nada y nosotros adquirimos todo. Millones de coches, cantidades tremendas de alimentos y productos agrícolas”, se quejó el líder republicano.
En caso de que el presidente estadounidense cumpla su amenaza, la tarea de gestionar este asunto recaerá en la Comisión Europea que tiene competencia exclusiva para fijar la política comercial. En su discurso, Von der Leyen insistió en que la “primera prioridad” de la Comisión será dialogar con la nueva Administración Trump para encontrar puntos en común.
A diferencia de lo que logró Trump con México y Canadá con la movilización de tropas a la frontera, Von der Leyen no dio ningún ejemplo de concesiones que Bruselas pudiera ofrecer para calmar la furia de Trump y se limitó de hablar de cooperar en “las muchas áreas en las que convergen nuestros intereses”, como es el caso de las cadenas de suministro esenciales y las tecnologías emergentes.
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En noviembre, la política alemana dejó caer la idea de comprar más Gas Natural Licuado de Estados Unidos para ayudar al bloque comunitario a eliminar gradualmente los combustibles procedentes de Rusia.
“Juntos, la UE y Estados Unidos representan casi el 30% del comercio mundial de bienes y servicios, y más del 40% del PIB mundial. Las empresas europeas en territorio estadounidense emplean a 3,5 millones de ciudadanos del país norteamericano. Además, otro millón de empleos estadounidenses dependen directamente del comercio con Europa”, concluyo la dirigente europea.
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