Con ocho votos Demócratas, el Senado llegó a un acuerdo para superar el cierre del gobierno que le permite a Donald Trump reiniciar su gobierno tras una parálisis histórica.
La votación terminó 60 a 40 y los senadores que acompañaron fueron Dick Durbin, Tim Kaine, John Fetterman, Jeanne Shaheen, Maggie Hassan, Catherine Cortez Masto, Jacky Rosen y el independiente Angus King.
El acuerdo incluye la incorporación una nueva medida provisional para extender la financiación del Gobierno hasta el 30 de enero de 2026 y se vincula a un paquete más amplio para financiar completamente varias agencias clave.
A su vez, no incluye una garantía de los republicanos para ampliar los subsidios de salud que han estado en el centro del debate presupuestario, aunque los demócratas lograron asegurar una votación futura sobre el tema. El líder de la mayoría del Senado, John Thune, dijo que realizará una votación sobre una medida para extender los créditos fiscales de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio a mediados del próximo mes.
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Ahora, los senadores deben acordar ahora cuánto tiempo debatirán antes de votar el proyecto final. Esto podría avanzar rápidamente o retrasarse si algunos legisladores deciden prolongar el proceso. Una vez aprobado en el Senado, el proyecto pasará a la Cámara de Representantes, donde se esperan nuevas complicaciones.
De todas formas, este acuerdo es una buena noticia para Trump que viene de una dura derrota en cuatro estados y las encuestas marcan una marcada caída de al imagen a punto tal que fue abucheado en un partido de fútbol americano donde antes era recibido con aplausos.
Por eso, Trump anunció que parte de los ingresos por los aranceles serán destinados a un subsidio para los sectores medios y bajos de 2000 mil dólares.
Scott Bessent.
En una publicación en Truth Social, Trump calificó de “tontos” a quienes critican sus aranceles comerciales y afirmó que Estados Unidos es ahora “el país más rico y respetado del mundo, con una inflación prácticamente nula y un mercado bursátil en máximos históricos”.
“Estamos recaudando billones de dólares y pronto comenzaremos a pagar nuestra enorme deuda de 37 billones de dólares. Hay una inversión récord en Estados Unidos, con fábricas e industrias construyéndose por todas partes. Se pagará un dividendo de al menos 2.000 dólares por persona (¡excepto a los de mayores ingresos!) a todos”, detalló Trump en su red social.
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El presiente de EEUU afirmó que el “dividendo” de 2000 dólares -aún sin una propuesta formal- podría materializarse en diferentes tipos de beneficios económicos. “Todavía no he hablado con el presidente al respecto. El dividendo de 2000 dólares puede llegar de muchas formas y por muchos medios”, dijo Scott Bessent en una entrevista.
Bessent afirmó que el objetivo a largo plazo del aumento arancelario es “reequilibrar el comercio” y fomentar el regreso de las industrias a Estados Unidos. El secretario también reconoció que, inicialmente, la aplicación de aranceles a las importaciones genera mayores ingresos para el gobierno. Según Bessent, la lógica es que el aumento de la producción manufacturera reduciría los ingresos arancelarios, pero fortalecería los ingresos fiscales. “No se trata de aumentar los ingresos. Se trata de reequilibrar”, sostuvo.
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