Honduras entra en la recta final electoral con una clara ventaja de la izquierda

Honduras entra en la recta final electoral con una clara ventaja de la izquierda

 A menos de dos semanas para las elecciones generales, Honduras llega a una de las contiendas más tensas y observadas desde el retorno democrático. Los sondeos coinciden en un punto central: Rixi Moncada, candidata de Libertad y Refundación (LIBRE) de la presidenta Xiomara Castro, aparece como favorita. 

Sin embargo, el clima político está marcado por acusaciones cruzadas, denuncias de manipulación y advertencias sobre intentos de deslegitimación del proceso.

Las mediciones de TResearch y Gallup dos firmas con reconocimiento en el país ubican a Moncada con una ventaja de entre 5 y 8 puntos porcentuales frente a sus adversarios. Datos internos de las campañas también señalan un escenario similar: una base electoral sólida para LIBRE, mientras el Partido Nacional y el Partido Liberal se disputan el segundo lugar.

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El ambiente electoral se volvió más tenso tras la filtración de 26 audios atribuidos a la consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López que la justicia hondureña confirmó su autenticidad.

En las grabaciones se describen presuntos planes para intervenir el sistema de transmisión de resultados (TREP), generar un clima de inestabilidad y provocar confusión sobre el conteo de votos.

La oposición niega tajantemente estar involucrada en cualquier intento de sabotaje y señala que los audios se sacan de contexto, mientras sectores afines al oficialismo afirman que revelan una estrategia para alterar el proceso electoral. 

Las mediciones de TResearch y Gallup dos firmas con reconocimiento en el país ubican a Moncada con una ventaja de entre 5 y 8 puntos porcentuales frente a sus adversarios. Datos internos de las campañas también señalan un escenario similar: una base electoral sólida para LIBRE, mientras el Partido Nacional y el Partido Liberal se disputan el segundo lugar.

En ese marco, el gobierno y el partido Libre liderado por el expresidente José Manuel Zelaya aseguran que existe una operación para deslegitimar por anticipado un eventual triunfo de Moncada. Señalan la circulación de encuestas falsas, el uso de redes sociales para difundir dudas sobre la transparencia y la presencia de narrativas críticas en medios internacionales.

Xiomara Castro con Lula en la últimas cumbre del clima en Belem. 

La oposición, por su parte, sostiene que el oficialismo está utilizando los audios para construir un relato de victimización y advierte sobre posibles irregularidades el día de la elección. También cuestiona la independencia de las instituciones electorales y denuncia que no existe igualdad de condiciones en la competencia.

En paralelo a la disputa discursiva, Moncada presentó su plan de gobierno para 2026-2030, con foco en: cambios en el sistema crediticio y la eliminación de la Central de Riesgo, una beca universal para estudiantes, contratación de médicos hondureños e inversión en infraestructura, salud y educación.

Analistas consultados por medios locales opinan de manera dividida: algunos consideran que las medidas tendrían un efecto expansivo sobre la economía; otros advierten que su implementación requeriría reformas fiscales significativas. 

Moncada presentó su plan de gobierno para 2026-2030, con foco en: cambios en el sistema crediticio y la eliminación de la Central de Riesgo, una beca universal para estudiantes, contratación de médicos hondureños e inversión en infraestructura, salud y educación

La candidata de LIBRE también recibe parte del capital político de la gestión de la presidenta Xiomara Castro, que se destaca en obras de infraestructura, programas sociales y la construcción de nuevos hospitales. Sus detractores, en cambio, subrayan problemas persistentes como el costo de vida, la inseguridad y las dificultades administrativas del Estado.

Durante la campaña, referentes del Partido Nacional y de sectores liberales realizaron viajes a Estados Unidos para sostener reuniones políticas. Mientras el oficialismo lo interpreta como una búsqueda de apoyo externo, la oposición lo considera parte normal de la diplomacia partidaria.

Su limitada presencia territorial en algunas regiones generó críticas de diversos sectores que esperaban una campaña más activa dentro del país.

Tanto el gobierno como el CNE han enfatizado la necesidad de elecciones limpias, libres y transparentes. LIBRE asegura no tener nada que ocultar y reclama que cada acta sea verificada pero la oposición insiste en reforzar controles y revisar protocolos del día de la elección.

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Con este cuadro, Honduras se prepara para una jornada electoral en la que no solo estará en juego quién gobernará los próximos cuatro años, sino también la confianza en el sistema democrático.

Con una favorita clara en las encuestas, un bipartidismo en disputa interna y un clima atravesado por desinformación, cuestionamientos y sospechas mutuas, el reto central será garantizar que el resultado cualquiera sea sea aceptado por todos los actores.

La estabilidad posterior dependerá, en gran medida, de lo que ocurra no solo en las urnas, sino también en la narrativa que se imponga después de que se cuenten los votos.

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