El trágico operativo de la Policía de Río de Janeiro en los complejos Alemao y Penha afectó la imagen de Lula. Así lo refleja la última encuesta de Quaest que muestra que la evaluación del gobierno de Lula se estancó y que el 50% de los brasileños lo desaprueba contra un 47% que lo aprueba.
Desde julio, la aprobación del gobierno venía en alza, mientras que la desaprobación había disminuido. Ahora, la situación se ha invertido: la aprobación ha fluctuado a la baja (de 48 a 47) y la desaprobación sube levemente (de 49 a 50).
Según Quaest, el gran operativo policial en Río, las declaraciones de Lula al respecto y la preocupación por la seguridad pública fie lo que frenó la mejora en la imagen. “Los indicadores se encuentran en un empate técnico por segunda encuesta consecutiva, después de que la aprobación y la desaprobación volvieran a estar igualadas en octubre, por primera vez desde enero”, detalla la encuesta.
En ese sentido, el director de Quaest Felipe Nunes dijo a Globo que “si bien el aumento de tarifas cambió la trayectoria de la aprobación a favor de Lula, la agenda de seguridad pública interrumpió la luna de miel tardía del gobierno con el electorado independiente”.
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Según la encuesta, en octubre hubo un empate técnico entre la aprobación (46%) y la desaprobación (48%) de Lula entre el electorado independiente. En noviembre, la desaprobación (52%) superó nuevamente a la aprobación (43%), algo que no se veía desde agosto de 2025.
Entre febrero y septiembre, la desaprobación fue mayor, con una diferencia máxima en mayo, cuando 17 puntos separaron la evaluación negativa (57%) de la positiva (40%). En diciembre de 2024, la aprobación fue mayor (52% frente a 47%).
La encuesta también indica que el índice de aprobación de Lula empeoró entre la población con ingresos familiares superiores a 5 salarios mínimos. Hay más desaprobación (56%) que aprobación (42%), mientras que en octubre se registró un empate técnico.

También se observó un empeoramiento en la evaluación entre las mujeres, donde nuevamente hubo un empate técnico entre aprobación (51%) y desaprobación (46%); en octubre, la aprobación fue mayor que la desaprobación.
Por último, el 57% discrepa con Lula sobre la masacre en Río de Janeiro. La preocupación de los brasileños por la violencia aumentó del 30% al 38%. En efecto, la desaprobación entre los votantes independientes aumentó 4 puntos, situándose en el 52%, mientras que la aprobación disminuyó 3 puntos, hasta el 43%.
El tema seguridad es un punto sensible para la campaña presidencial en Brasil el año que viene y es el eje que busca fortalecer el entorno de Lula ante el avance de la narrativa de la derecha en ese punto.
Es sentido, como adelantó LPO, crece la presión para que Lula declare como organización terrorista a los cárteles de droga en medio del reclamo del bolsonarismo para que Trump intervenga en Brasil.
El gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, intentó instalarse como presidenciable pero el presidente del Partido Liberal, Valdemar Costa Neto, aclaró que irá por una banca en el Senado. La derecha tiene un debate intenso en relación la figura que reemplazará a Bolsonaro y debe definir si será un gobernador de peso como el paulista Tarcisio Gomes da Freitas o algún integrante de la familia del ex presidente.
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