Sin las primarias como filtro, el radicalismo cordobés no sale de la espiral de internismo que se inició hace algunas semanas y que derivó en una guerra entre De Loredo y Mestre en los Tribunales Federales. Este viernes, la Justicia rechazó la apelación presentada por el sector de De Loredo que ahora aguarda una respuesta de la Cámara Nacional Electoral, para evitar la interna con la que lo apura el frente liderado por el exintendente Mestre.
Como anticipó LPO, la decisión del juez federal Miguel Vaca Narvaja empujó a los radicales cordobeses a dirimir diferencias con una interna el domingo 10. Tres días después del vencimiento del plazo para presentar alianzas de cara a la elección legislativa y lo que condiciona a De Loredo en la chance de ir por un acuerdo con los libertarios. Salvo que haya portazo en la UCR y explore un desembarco individual en la lista de Karina Milei.
De todas maneras, este viernes tanto De Loredo como Mestre oficializaron sus listas para la interna, cada uno de ellos encabeza su propio armado y la tensión, de concretarse en las urnas, se promociona como la batalla final del radicalismo cordobés.
El cierre en el campamento de De Loredo trajo fuertes discusiones porque el diputado optó por su compañera de bloque, Soledad Carrizo, para que sea quien lo secunde y no la legisladora provincial Alejandra Ferrero. Lo que derivó en un fuerte reproche de la escudera que tiene De Loredo en la Legislatura cordobesa que le facturó este año y medio de enfrentamiento contra el peronismo para ser desplazada de ese casillero por Carrizo.
Otros que conocen la interna admitieron que primó la tropa de Carrizo en el interior, la representatividad con núcleo partidario propio, el peso del mendocino Alfredo Cornejo y le adjudicaron a Ferrero la mala praxis que terminó con De Loredo peleando hasta el final por el sello UCR. Operatoria fallida por la que también apuntan a Esteban Bría y Juan Mocoroa, dos dirigentes del entorno del diputado que fueron muy criticados.

Rodrigo de Loredo y Soledad Carrizo.
Así, De Loredo y Carrizo tendrán debajo al intendente de Río Tercero y presidente de la UCR cordobesa, Marcos Ferrer; a la concejala deloredista Elisa Caffaratti y en el quinto escalón al exconcejal Juan Negri, hijo de Mario. Ese lugar de Negri Jr. ocasionó un verdadero tembladeral en el negrismo y salieron fuertes acusaciones en los grupos de Whatsapp donde varios se la agarraron con el exdiputado.
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Mestre, por su parte, cerró en el segundo casillero con Patricia Rodríguez, una de las ingenieras de la presentación en Tribunales que activó la interna; en el tercer casillero va el alfonsinista Martín Lucas, hombre de Carlos Becerra y también parte de la estrategia en la pelea partidaria, seguidos por Norma Ghione y Franco Jular, un economista sub-40 que trabaja con exfuncionarios de la gestión de Eduardo Angeloz.
Mario Negri salió a despegarse de la decisión con su hijo y les mandó un mensaje a un grupo de correligionarios en el que se despegó del acuerdo de su hijo Juan con De Loredo.
“La decisión es absolutamente personal, no la comparto y he tomado conocimiento simultáneamente con ustedes. Mi hijo es dueño de su vida y responsable de sus decisiones. No tengo que explicar lo que no conocía y soy coherente con lo manifestado. Pido la prudencia respecto a mi persona o cuestiones familiares infundadas”, afirmó.

El ex concejal Juan Negri.
Pero lo cierto es que los Negri necesitan de De Loredo: Mario, en su dilatada y compleja carrera por la AGN, donde tiene varios rivales; y Juan, para desembarcar en el Ersep, el ente provincial de control de los servicios públicos en la que hoy tiene una silla el mestrismo con Facundo Cortés Olmedo.
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